La dependencia exclusiva de la economía calpina al sector turístico dificulta a muchos de nuestros jóvenes –con preparación universitaria o formación profesional específica—a encontrar empleo en Calp y les obliga, finalmente, a buscar destino laboral fuera de nuestra ciudad.
Éste es un gran problema que requiere para su resolución de una firme voluntad política de quienes gestionan nuestro ayuntamiento: generar empleo de calidad más allá de los puestos laborales relacionados con el turismo.
La dependencia casi exclusiva al sector servicios, además de precarizar el mercado laboral y coartar el horizonte de opciones a elegir por los jóvenes, también tiene como consecuencia que la economía calpina sea más sensible –o frágil—a las crisis o dificultades coyunturales.
Una economía diversificada e independiente permite resistir con más fuerza los envites de una eventual recesión. Además la pandemia nos ha dejado importantes lecciones en ese aspecto.
Y para ello es preciso crear sinergias y articular todo un andamiaje social, donde participen los actores estratégicos del sector público y privado, para configurar una nueva economía urbana, complementaria del actual sistema, que tenga arraigo en la ciudad basada en el talento tecnológico y el emprendimiento digital.
Para este gran reto es indispensable una decidida voluntad política –que en estos momentos brilla por su ausencia en la corporación calpina gestionada por el PP y C´s -.
La idea es convertir Calp en un espacio que atraiga talento, inversiones y oportunidades de negocio asociados al ámbito de la tecnología, la innovación y el emprendimiento digital. No cabe duda de que se trata de un desafío ambicioso y de un compromiso coral importante, pero que persigue, en primera alicante californainstancia, beneficiar a muchos jóvenes calpinos que no se verán obligados a buscar trabajo fuera de su localidad y, en última instancia, supondrá un beneficio general pues traerá riqueza a nuestra ciudad. Una actividad económica que, a diferencia del sector turístico, no será estacional y redundará en una mejora sustancial en la calidad de vida de los calpinos.
Y para alcanzar esa meta es necesario articular un proyecto que integre workshops, ferias, congresos, bootcamps, hackatons y lanzaderas de empresas … todo encaminado a que emprendedores digitales elijan nuestro municipio para su negocio, atraídos por nuestro clima y ubicación.
Tampoco descartemos una apuesta por la I+D+i en materia de envejecimiento saludable, un sector solvente, en auge y que abriría posibilidades laborales de calidad en este municipio.
Pero, insisto, para emprender este desafío es necesaria una firme voluntad política con altura de miras, valiente, capaz de explorar más allá de los límites que nos ha impuesto la concepción tradicional del turismo que nos visita.
Progresar en lo social implica una apuesta por el futuro, la creación de un provenir y prosperidad para las generaciones de calpinos y calpinas. Todos ellos merecen un apoyo institucional para que sus proyectos de vida no los alejen de su hogar. Una responsabilidad moral que se ha eludido desde el Ayuntamiento durante demasiados años.